ORACIÓN PARA LA BIENVENIDA AL AÑO NUEVO 2020


Al comenzar un nuevo año te doy gracias por todo lo que he recibido de ti, Señor.

Primeramente agradezco por mi familia, por la vida, por mi salud, por el cariño y amor que recibo, por los días de luz, por mis amigos, por mi trabajo, por todo lo que me das a cada instante.

Dios Eterno, principio de toda criatura; concédenos que en este año que estamos estrenando, podamos gozar de paz, felicidad y justicia, que abundemos en bienes terrenales y seamos luz del mundo por la perfección de nuestras obras.



Te pedimos, Señor, que nos bendigas y protejas, que nos ayudes y cuides cada día, cada momento, y nos otorgues caminar por sendas buenas, llenas de paz, felicidad y justicia durante todo el año que comienza.

Que seamos felices, Señor en este universo nuestro: él nos da vida, sustenta y rige.
Que seamos felices, Señor, con el perdón y la caridad.

Tú el más poderoso para desterrar los odios y amarguras,
Tú el más perfecto para enseñarnos a  vivir en amor y en armonía
Tú el más bondadoso para establecer entre nosotros la paz.

Que seamos felices, Señor, con tu palabra: sin ella no hay humanidad, ni solidaridad, ni igualdad.

Que seamos felices, Señor, con el amor: es la única luz necesaria para alumbrar días y noches, para llenar nuestros hogares de afecto y dicha, para llenar lo que nos rodea de alegría y entendimiento.


Que seamos felices, Señor, en este nuevo año.

Tú que estás presente entre nosotros porque eres el Amor bendito, rodéanos con tu Espíritu, danos tus bendiciones Padre amado, y concédenos que se hagan realidad nuestros sueños, proporciónanos con tu infinita caridad y misericordia lo que tanto anhelamos y ansiamos:

Danos, Padre Justo y Bueno, lo que necesitamos para mejorar nuestras vidas, para que las desdichas y pobrezas nos abandonen y podamos conseguir la felicidad.

Amén



ORACIÓN POR EL FIN DEL AÑO 2019


Señor Dios, dueño del tiempo y de la eternidad, tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro. Al terminar este año quiero darte gracias por todo aquello que recibí de TI.

Gracias por la vida y el amor, por las flores, el aire y el sol, por la alegría y el dolor, por cuanto fue posible y por lo que no pudo ser.

Te ofrezco cuanto hice en este año, el trabajo que pude realizar y las cosas que pasaron por mis manos y lo que con ellas pude construir.



Te presento a las personas que a lo largo de estos meses amé, las amistades nuevas, los más cercanos a mí y los que estén más lejos, los que me dieron su mano y aquellos a los que pude ayudar, con los que compartí la vida, el trabajo, el dolor y la alegría.

Pero también, Señor hoy quiero pedirte perdón, perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado, por la palabra inútil y el amor desperdiciado. Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho, y perdón por vivir sin entusiasmo.

También por la oración que poco a poco fui aplazando y que hasta ahora vengo a presentarte. Por todos mis olvidos, descuidos y silencios nuevamente te pido perdón.



En los próximos días iniciaremos un nuevo año y detengo mi vida ante el nuevo calendario aún sin estrenar y te presento estos días que sólo TÚ sabes si llegaré a vivirlos.

Hoy te pido para mí y los míos la paz y la alegría, la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría.

Quiero vivir cada día con optimismo y bondad llevando a todas partes un corazón lleno de comprensión y paz.

Cierra mis oídos a toda falsedad y mis labios a palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes.
Abre en cambio mi ser a todo lo que es bueno que mi espíritu se llene sólo de bendiciones y las derrame a mi paso.


Cólmame de bondad y de alegría para que, cuantos conviven conmigo o se acerquen a mí encuentren en mi vida un poquito de TI.
Danos un año feliz y enséñanos a repartir felicidad.

Amén



ORACIÓN DE NAVIDAD


Amado Dios, hoy me acerco hasta ti para a darte gracias por permitirme vivir otra navidad, hermosa época de luz y celebración, que une a las familias y los amigos.

Permite que en estos días nuestros ojos se llenen de brillo, nuestros labios de sonrisas y nuestros corazones de sincera humanidad.

Jesús de Nazaret, Tú naciste en una familia llena de amor y unión, por eso te pido que seas Tú bendiciendo mi hogar. Por favor guía nuestras decisiones, inspira nuestras acciones y permite que en nuestra casa reinen el respeto, la bondad y el entendimiento.



Danos tu abrazo y ayúdanos a cambiar el rencor por perdón, la desesperanza por la alegría y la intolerancia por comprensión. Te pido que visites nuestro hogar y seas bendiciendo nuestra mesa y a todos los que nos sentaremos a compartir en ella.

En estos días de paz y amor, danos la grandeza de corazón para perdonar las fallas de los demás y permite que los demás perdonen nuestras faltas. Ilumina nuestra vida con tu luz y ayúdanos a alcanzar nuestros propósitos.

Por favor mira nuestros corazones, nuestras intenciones y nuestras necesidades y danos la fuerza y el valor para alcanzar aquellos propósitos que tantos anhelamos para nuestra vida.


Te pido también por los más necesitados, por favor abrígalos con tu manto de amor, dales calor de hogar, provéeles el pan de cada día, ayúdalos a superar sus necesidades y haz que al celebrar tu nacimiento, ellos tengan un nuevo corazón y una nueva esperanza.

Señor, te pido que en esta navidad llenes con tu presencia nuestros corazones y que tu hermosa compañía y el resplandor de la estrella de Belén ilumine nuestra senda y nos guíe por caminos de dicha, seguridad y prosperidad, hoy y en el año que está por llegar.

Amén

ORACIÓN AL NACIMIENTO DE JESÚS HIJO DE DIOS


Dios acababa de dar a la tierra un Salvador y en los brazos de Maria en éxtasis, los Ángeles adoran al Verbo encarnado.

Hijo de DIOS que ha venido al mundo para unirnos más como hermanos, para perdonar a los pecadores.

¡Qué lección para nuestra fe! El tiempo no disminuye la profundidad del misterio; los siglos pasan por delante de este pesebre bendito, el cual nos conserva y nos transmite el recuerdo del nacimiento de Jesucristo.



Sublime y encantadora prueba del amor de Dios hacia nosotros! Si vosotros no podéis olvidar vuestra madre, vuestra familia, vuestra patria, cristianos no olvidéis al que ha nacido para salvarnos.

Dios Todo Poderoso, que derramáis hoy sobre nosotros la nueva luz de vuestro Verbo encarnado, haced que la fe de este misterio se infunda también en nuestros corazones.
Que nuestra fe con el nacimiento de Jesús Hijo de DIOS sea cada día más fuerte, más consolidado para salir adelante y ser felices.


Señor y Dios nuestro, haced del mismo modo, te lo rogarnos, que celebrando con alegría la Natividad de N. S. Jesucristo, merezcamos, por una vida digna de El, gozar de su presencia.

Así sea


ORACIÓN PARA ELEGIR EL MEJOR CAMINO QUE DIOS TIENE PARA TI


A veces hace falta esa sabiduría, esa inteligencia para poder decidir qué camino tomar para el bienestar propio, elegir no es fácil sin embargo se tiene que hacer.

Por eso jamás dudes de las palabras de DIOS en su promesa de acompañarnos en todos los días de nuestra vida.

No te olvides agradecer por todo lo que se te ha dado y las pruebas que has pasado, porque eso te hizo ser una mejor persona y más fuerte que nunca.




ORACIÓN PARA ELEGIR EL MEJOR CAMINO QUE DIOS TIENE PARA TI

Señor, se y reconozco que a veces me gana la desesperación y tomo decisiones mal pensadas por eso te pido que me acompañes en cada momento y me das la inteligencia necesaria para enfrentarme a la vida.

Señor, si camino contigo no existe camino en soledad; ni tiempo mal gastado.

Dame Señor la sabiduría para elegir lo que debo, docilidad para aceptar tu voluntad; prudencia para obrar según lo que deseas.

Que mis pasos sean acertados, porque tengo la certeza de que sigo tus caminos.

Que mi corazón ame tu Voluntad y comprenda que lo mejor para mí siempre es y será seguir con fidelidad lo que planeaste para mí.

No permitas que mi soberbia desarme tus planes y mis decisiones  sean solo mías.


Que siempre, antes de decidir, considere todos los caminos en tu presencia.

Sé el Dueño y Señor de todos mis caminos, y el amo por excelencia de todos mis sentimientos.

Hoy, me guardo por completo bajo tu mirada, consagro mis decisiones a tu entera voluntad y todos mis pasos a la compañía de mi Madre  Santísima María.

Que a partir de hoy, nada sea mío, sino tuyo, mi Señor del tiempo, de mis caminos y de mi corazón.

Amén

ARCÁNGEL MIGUEL “QUIEN COMO DIOS” LÍDER DE LOS EJÉRCITOS DE ÁNGELES


El ARCANGEL MIGUEL es el más conocido de los arcángeles. Es también el más invocado, al que más se le reza y al que más personas le piden ayuda. Esto se debe a su papel de guerrero espiritual.

Las cuatro labores del arcángel Miguel

El arcángel Miguel es, ante todo, el enemigo de Satanás. También es el ángel de la muerte ya que se dice que le ofrece a las almas la oportunidad de redimirse antes de morir. Su tercera labor es la de pesar las almas en una balanza perfecta en el día del Juicio Final. Es también el guardián de la Iglesia universal.

El arcángel Miguel en las escrituras

El nombre del arcángel Miguel significa "Quién como Dios". En las escrituras de las religiones abrahámicas, el arcángel Miguel es conocido como el líder de los ejércitos de ángeles. Es el "Jefe de los Ejércitos de Dios" en las religiones judía, islámica y cristiana. Según 1 Tesalonicenses 4, 16, tocará la trompeta el día del arrebatamiento. Su nombre se menciona tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento de la Biblia.



Atributos del arcángel Miguel:

Debido estas referencias religiosas, al arcángel Miguel se le representa con armadura de guerrero o de soldado centurión. La imagen más frecuente lo muestra como el conquistador de Satanás, con el talón sobre la cabeza del ángel caído. Casi siempre lleva una espada o una lanza con que vencer a su enemigo. Puede también llevar una balanza, llaves o cadenas en las manos, y un manto.

Los atributos del arcángel Miguel se refieren a su papel de justiciero, protector de los inocentes y juez de la maldad.

Simbolismo del arcángel Miguel:

La imagen del arcángel Miguel se basa literalmente en los versos bíblicos. El libro de Josué lo menciona como "Capitán de los Ejércitos del Señor" (Josué 5:13-15). Sin embargo, tiene también otro nivel de significado que refleja la condición y necesidad humanas. Cada atributo del arcángel Miguel posee un simbolismo esencial para comprender su papel en la vida del ser humano.



La imagen de un guerrero representa la defensa contra las fuerzas del mal y la oscuridad que asechan al ser humano, como la ignorancia, la inconsciencia y la esclavitud a los apegos materiales y emocionales.

Su título "Príncipe de la Luz" representa la iluminación del camino del ser humano para liberarlo de la oscuridad del miedo. Su coraza significa la fuerza de voluntad para enfrentarse a los desafíos de la vida. Representa también la fe y la seguridad en el bien.

El casco significa invisibilidad, invulnerabilidad y potencia. Protege los pensamientos de la negatividad.

El escudo representa el universo. Es la protección que le dice a su adversario que no puede vencer al amor.

La espada representa la luz que da la fuerza espiritual. Con esta fuerza se establecen la paz y la justicia divinas. La espada también significa el arma de la verdad. Con ella se rompe el velo que crea la ignorancia.



La balanza significa la justicia, el equilibrio y el orden. En la balanza cuelgan las acciones buenas y malas, equilibradas por el amor y la bondad que redimen el alma humana.

Cuando lleva llaves, éstas representan el poder para abrir la puerta de los cielos a las almas que por medio de sus acciones, pensamientos y sentimientos se han ganado la entrada.

Las cadenas representan su poder para romper las ataduras que esclavizan al ser humano mediante los vicios y apegos.

El manto representa protección y el poder de habitar el espacio donde conviven los seres positivos y los negativos. Con él protege a los seres humanos de las vibraciones negativas de los seres malignos.

Tanto a nivel literal como simbólico, el arcángel Miguel representa la justicia y la lucha por el bien. Su papel en las escrituras bíblicas lo destaca como el capitán de los ejércitos de Dios, que son las fuerzas del bien en el universo.


Su significado implica protección, seguridad, poder, superación de obstáculos y la destrucción del miedo y la duda. Por eso, el arcángel Miguel inspira al ser humano a vestirse con los símbolos de su armadura.

EVANGELIO DOMINGO 15 DE DICIEMBRE - Lecturas del Domingo 3º de Adviento - Ciclo A


Domingo, 15 de diciembre de 2019

Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (35,1-6a.10):

El desierto y el yermo se regocijarán, se alegrarán el páramo y la estepa, florecerá como flor de narciso, se alegrará con gozo y alegría. Tiene la gloria del Líbano, la belleza del Carmelo y del Sarión. Ellos verán la gloria del Señor, la belleza de nuestro Dios. Fortaleced las manos débiles, robusteced las rodillas vacilantes; decid a los cobardes de corazón: «Sed fuertes, no temáis. Mirad a vuestro Dios, que trae el desquite; viene en persona, resarcirá y os salvará.» Se despegarán los ojos del ciego, los oídos del sordo se abrirán, saltará como un ciervo el cojo, la lengua del mudo cantará. Volverán los rescatados del Señor, vendrán a Sión con cánticos: en cabeza, alegría perpetua; siguiéndolos, gozo y alegría. Pena y aflicción se alejarán.

Palabra de Dios


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Salmo
Sal 145,7.8-9a.9bc-10

R/. Ven, Señor, a salvarnos

El Señor mantiene su fidelidad perpetuamente,
hace justicia a los oprimidos,
da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos. R/.

El Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos,
el Señor guarda a los peregrinos. R/.

Sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,

tu Dios, Sión, de edad en edad. R/.

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Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol Santiago (5,7-10):

Tened paciencia, hermanos, hasta la venida del Señor. El labrador aguarda paciente el fruto valioso de la tierra, mientras recibe la lluvia temprana y tardía. Tened paciencia también vosotros, manteneos firmes, porque la venida del Señor está cerca. No os quejéis, hermanos, unos de otros, para no ser condenados. Mirad que el juez está ya a la puerta. Tomad, hermanos, como ejemplo de sufrimiento y de paciencia a los profetas, que hablaron en nombre del Señor.


Palabra de Dios

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Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Mateo (11,2-11):

En aquel tiempo, Juan, que había oído en la cárcel las obras del Mesías, le mandó a preguntar por medio de sus discípulos: «¿Eres tú el que ha de venir o tenemos que esperar a otro?»
Jesús les respondió: «Id a anunciar a Juan lo que estáis viendo y oyendo: los ciegos ven, y los inválidos andan; los leprosos quedan limpios, y los sordos oyen; los muertos resucitan, y a los pobres se les anuncia el Evangelio. ¡Y dichoso el que no se escandalice de mí!»
Al irse ellos, Jesús se puso a hablar a la gente sobre Juan: «¿Qué salisteis a contemplar en el desierto, una caña sacudida por el viento? ¿O qué fuisteis a ver, un hombre vestido con lujo? Los que visten con lujo habitan en los palacios. Entonces, ¿a qué salisteis?, ¿a ver a un profeta? Sí, os digo, y más que profeta; él es de quien está escrito: "Yo envío mi mensajero delante de ti, para que prepare el camino ante ti." Os aseguro que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan, el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es más grande que él.»

Palabra del Señor



ORACIÓN PARA LA BENDICIÓN DE MES DE DICIEMBRE


Amado Dios, hoy me presento ante Ti con un corazón lleno de ilusión y alegría para darte gracias por todo tu amor y por aquellas hermosas bendiciones con las que día tras día Tú colmas mi vida, pero ante todo, a darte gracias por permitirme la dicha de vivir este nuevo mes de diciembre, época de luz y amor, que une a las familias y los amigos.

Padre celestial, hoy pongo en tus manos mis ilusiones y mis planes para diciembre. Te pido que seas Tú quien guíe mis pasos y quien me colme de fuerza y de sabiduría para poder salir adelante.



Por favor bendice mi vida y la vida de las personas que amo, acompáñanos en cada una de nuestras actividades y obligaciones, rodéanos con tu amor, protégenos a cada instante y permite que en todo sintamos tu presencia y tu gracia, para de este modo poder llegar al final del mes con la satisfacción del deber cumplido.

Padre, por favor ilumina mi hogar y mi familia, fortalece nuestra unidad y afianza nuestro vinculo de amor.

Tú mejor que nadie conoces nuestras vidas y nuestras necesidades, danos el hermoso don de la salud, el pan nuestro de cada día, sabiduría para crecer en tu nombre y un corazón noble, sensible y dispuesto a compartir con alegría e ilusión.

Danos también, amado Dios, una fe capaz de soportar y superar las crisis, la fuerza necesaria para perdonar las ofensas y una esperanza capaz de avanzar sobre todos los miedos.


Amado Dios: que en este nuevo mes sea tu luz la que brille en mi vida y la vida de mi familia, esa misma luz que trajo del cielo Jesús cuando se hizo hombre. Gracias por escuchar mi oración y gracias porque sé que en tu nombre, diciembre será un mes pleno de alegría, bendición y prosperidad.

Amén


ORACIÓN PARA LA LIBERACIÓN Y LA CURACIÓN


Ven, Espíritu Santo, penetra en las profundidades de mi alma con tu amor y tu poder. Arranca las raíces más profundas y ocultas del dolor y del pecado que están enterradas en mí.

Lávalas en la Sangre preciosa de Jesús y aniquila definitivamente toda la ansiedad que traigo dentro de mí, toda amargura, angustia, sufrimiento interior, desgaste emocional, infelicidad, tristeza, ira, desesperación, envidia, odio, venganza, sentimiento de culpa, de autoacusación, deseo de muerte y de fuga de mí mismo.

Toda opresión del maligno en mi alma, en mi cuerpo y toda insidia que él pone en mi mente. ¡Oh bendito Espíritu Santo! Quema con tu fuego abrasador toda tiniebla instalada dentro de mí, que me consume e impide ser feliz.



Destruye en mí todas las consecuencias de mis pecados y de los pecados de mis antepasados que se manifiestan en mis actitudes, decisiones, temperamento, palabras, vicios. Libera Señor, toda mi descendencia de la herencia de pecado y rebeldía contra las cosas de Dios que yo mismo le transmití.

¡Ven, Santo Espíritu! ¡Ven en nombre de Jesús! Lávame en la preciosa Sangre de Jesús, purifica todo mi ser, quiebra toda la dureza de mi corazón, destruye todas las barreras de resentimiento, dolor, rencor, egoísmo, maldad, orgullo, soberbia, falta de tolerancia, prejuicios e incredulidad que hay en mí. Y, en el poder de Jesucristo resucitado.

¡Libérame, Señor! ¡Cúrame, Señor! ¡Ten piedad de mí, Señor!  ¡Ven, Espíritu Santo! Hazme resucitar ahora a una nueva vida, plena de tu amor, alegría, paz y plenitud.


Sé que estás haciendo esto en mí ahora y asumo por la fe mi liberación, cura y salvación en Jesucristo, mi Salvador. ¡Gloria a Ti, mi Dios! ¡Bendito seas para siempre! ¡Alabado seas, oh mi Dios! En nombre de Jesús y por María, nuestra Madre.

Amén


SEÑOR PERDONA MIS PECADOS


Me acerco a ti con absoluta confianza porque sé que tú prefieres la penitencia a la muerte del pecador (cfr. Ezequiel 33,11)

A ti no te gusta ni la venganza ni el rencor, tu corazón es compasivo y misericordioso, y sé que sólo estás esperando a que tenga la humildad de reconocer mi pecado, arrepentirme y pedir perdón para desbordar la abundancia de tu misericordia.

Miro al horizonte, veo tus brazos abiertos y un corazón de Padre queriendo atraerme con lazos de un amor infinito.

Padre, perdóname, quiero recibir el abrazo eterno, tu enseñanza es muy clara para ser perdonados y poder entrar en el Reino de los cielos.



"Perdonad y se os perdonará" (Lc 6,36)
"El que odia a su hermano es un homicida" (1 Jn 3,15)
"Con la medida que midiereis se os medirá" (Mt 7,2)
"Si no perdonáis, tampoco el Padre os perdonará" (Mc 11,23)

Nos pides que seamos buenos cristianos por la práctica de la caridad evangélica.
Que seamos benévolos con quienes nos han hecho daño, con quienes nos han ofendido, nos han traicionado y nos odian, pues de otro modo no mereceremos que lo seas Tú con nosotros.

El siervo al que se le condonó su deuda, cuando no quiso él hacer lo mismo con otro que le debía, fue encarcelado.

Perdió el perdón que había obtenido al no ser él capaz de perdonar. (Mt 18,23-25)


Padre, envía tu Espíritu de amor y perdona mis pecados, purifícame, sáname, restáurame, renuévame con la Sangre Redentora de tu Hijo; ayúdame a tener un corazón como el Suyo, un corazón humilde y generoso capaz de perdonar, arranca de mí el corazón de piedra y dame un corazón de carne.

Amén



EVANGELIO DOMINGO 8 DE DICIEMBRE - Lecturas del Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María.


Domingo, 8 de diciembre de 2019

Primera lectura
Lectura del libro del Génesis (3,9-15.20):

Después que Adán comió del árbol, el Señor llamó al hombre: «¿Dónde estás?»
Él contestó: «Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo, porque estaba desnudo, y me escondí.»
El Señor le replicó: «¿Quién te informó de que estabas desnudo? ¿Es que has comido del árbol del que te prohibí comer?»
Adán respondió: «La mujer que me diste como compañera me ofreció del fruto, y comí.»
El Señor dijo a la mujer: «¿Qué es lo que has hecho?»
Ella respondió: «La serpiente me engañó, y comí.»
El Señor Dios dijo a la serpiente: «Por haber hecho eso, serás maldita entre todo el ganado y todas las fieras del campo; te arrastrarás sobre el vientre y comerás polvo toda tu vida; establezco hostilidades entre ti y la mujer, entre tu estirpe y la suya; ella te herirá en la cabeza cuando tú la hieras en el talón.»
El hombre llamó a su mujer Eva, por ser la madre de todos los que viven.

Palabra de Dios


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Salmo
Sal 97,1.2-3ab.3c-4

R/. Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas

Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas:
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R/.

El Señor da a conocer su victoria,
revela a las naciones su justicia:
se acordó de su misericordia y su fidelidad
en favor de la casa de Israel. R/.

Los confines de la tierra han contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Aclama al Señor, tierra entera;

gritad, vitoread, tocad. R/.

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Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (1,3-6.11-12):

Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor. Él nos ha destinado en la persona de Cristo, por pura iniciativa suya, a ser sus hijos, para que la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo, redunde en alabanza suya. Por su medio hemos heredado también nosotros. A esto estábamos destinados por decisión del que hace todo según su voluntad. Y así, nosotros, los que ya esperábamos en Cristo, seremos alabanza de su gloria.


Palabra de Dios

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Evangelio

Lectura del santo evangelio según san Lucas (1.26-38):

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»
Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél.
El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.»
Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?»
El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.»
María contestó: «Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.»
Y la dejó el ángel.


Palabra del Señor





EVANGELIO DOMINGO 24 DE NOVIEMBRE - Lecturas del Domingo 34º del Tiempo Ordinario. Jesucristo Rey del Universo - Ciclo C


Domingo, 24 de noviembre de 2019

Primera lectura
Lectura del segundo libro de Samuel (5,1-3):

En aquellos días, todas las tribus de Israel se presentaron ante David en Hebron y le dijeron:
«Hueso tuyo y carne tuya somos. Desde hace tiempo, cuando Saúl reinaba sobre nosotros, eras tú el que dirigía las salidas y entradas de Israel. Por su parte, el Señor te ha dicho: “Tú pastorearás a mi pueblo Israel, tú serás el jefe de Israel”».
Los ancianos de Israel vinieron a ver al rey en Hebrón. El rey hizo una alianza con ellos en Hebrón, en presencia del Señor, y ellos le ungieron como rey de Israel.

Palabra de Dios

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Salmo
Sal 121,1-2.4-5

R/. Vamos alegres a la casa del Señor.

V/. Qué alegría cuando me dijeron:
¡«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén. R/.

V/. Allá suben las tribus, las tribus del Señor,
según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David. R/.


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Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses (1,12-20):

Hermanos:
Demos gracias a Dios Padre, que os ha hecho capaces de compartir la herencia del pueblo santo en la luz.
Él nos ha sacado del dominio de las tinieblas,
y nos ha trasladado al reino del Hijo de su amor,
por cuya sangre hemos recibido la redención,
el perdón de los pecados.
Él es imagen del Dios invisible,
primogénito de toda criatura;
porque en él fueron creadas todas las cosas:
celestes y terrestres, visibles e invisibles.
Tronos y Dominaciones,
Principados y Potestades;
todo fue creado por él y para él.
Él es anterior a todo,
y todo se mantiene en él.
Él es también la cabeza del cuerpo: de la Iglesia.
Él es el principio, el primogénito de entre los muertos, y así es el primero en todo.
Porque en él quiso Dios que residiera toda la plenitud. Y por él y para él quiso reconciliar todas las cosas,
las del cielo y las de la tierra,
haciendo la paz por la sangre de su cruz.

Palabra de Dios

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Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Lucas (23,35-43):

En aquel tiempo, los magistrados hacían muecas a Jesús diciendo:
«A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido».
Se burlaban de él también los soldados, que se acercaban y le ofrecían vinagre, diciendo:
«Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo».
Había también por encima de él un letrero:
«Este es el rey de los judíos».
Uno de los malhechores crucificados lo insultaba diciendo:
«¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros».
Pero el otro, respondiéndole e increpándolo, le decía:
«¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en la misma condena? Nosotros, en verdad, lo estamos justamente, porque recibimos el justo pago de lo que hicimos; en cambio, éste no ha hecho nada malo».
Y decía:
«Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino».
Jesús le dijo:
«En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso».

Palabra del Señor


ORACIÓN DE SANACIÓN Y DEL PERDÓN


Señor Jesús, te pido que hoy me concedas la dicha de perdonar a todos los que alguna vez me han ofendido en mi vida. Sé que en ti todo lo puedo, y si tú me das la fuerza yo podré perdonar. Te agradezco por todo el amor que me brindas y por la felicidad que deseas para mí.

Señor Jesús,  quiero perdonarme por mis faltas, todo lo malo que hay en mí y todo lo que pienso que es malo, perdonarme mis pecados.

Jesús, te pido que me cures de cualquier amargura, remordimiento e ira hacia ti, por los momentos en que tuve la sensación de que tú enviaste la muerte a mis familiares, amigos y personas cercanas a mí alrededor, las enfermedades, decaimientos económicos, dolor de corazón y todo lo que yo pude haber considerado como castigo. ¡Perdóname, Cristo, cúrame!



Jesús, perdono a mi madre por las veces que me golpeó, que se sintió resentida y enfureció contra mí, me castigó, puso antes a mis hermanos y hermanas que a mí, me insultó, me llamó tonto, feo, estúpido o que era un desgaste de dinero a la familia, cuando me llamó indeseado, que sólo fui un accidente, un error de parte de ella o simplemente no soy lo que ella quería que fuera.

Perdono a mi padre por sus faltas de colaboración, su falta de cariño, o de afecto, su falta de tiempo, atención o compartir un rato conmigo, por ser ebrio, por ser grosero, pero mayormente con mi madre y mis otros hermanos, por sus castigos rigurosos, por desaparecer, por alejarse del hogar, por separarse de mi madre, por no serle fiel y adulterar.

Señor, hoy perdono a mis hermanas y hermanos por rechazarme, por decir mentiras de mí, por odiarme, por estar resentidos en contra mía, desafiaban el amor de mis padres sólo para ellos sentirse más queridos; las veces que me golpearon o quisieron hacerme la vida miserable de alguna manera. Les perdono, Señor.



Jesús, perdono a mi pareja, esposa o comprometida por su falta de apego, cariño, de apoyo, por su falta consideración, de atención, la falta de comunicación, por sus faltas, dolores o acciones que sencillamente me han herido y amedrentado.

Señor, perdono a mi abuela, abuelos, tías, tíos y primos, que se hayan entrometido en la familia y causado revuelos, para provocar confusión, o que hayan desafiado a mis padres.

Señor, perdono a mis familiares políticos, principalmente a mi suegro, a mi suegra, mis cuñados y cuñadas.

Señor, permíteme perdonar a mis compañeros de trabajo que de alguna forma son desagradables e intentan hacerme la vida imposible. Por los demás que me echan su trabajo a mí, susurran cosas a mis espaldas, son egoístas y no me colaboran, que me detestan y quieren que me echen de mi empleo. Hoy les vengo a perdonar.

Mi Señor, hoy perdono también a todos los profesionales que me hayan hecho de alguna forma, enfermeras, médicos, policías, abogados. Cualquier acto realizado con malas intenciones que me hayan hecho; hoy les perdono con la verdad.



Jesús, perdono a mi superior por no ascenderme, por no darme la suficiente paga monetaria, por no valorarme, no ser comprensivo o amistoso conmigo, por pasar rabietas y no saber escuchar a las personas, por no tomarme en cuenta, y no elogiarme por mi buen trabajo.

Señor, perdono a mis profesores y maestros del pasado, así como también los del presente; aquellos que me castigaron, insultaron, que me hicieron pasar vergüenzas o humillaciones, me trataron de manera injusta y grosera, se burlaron de mi persona, me dijeron malas palabras, me castigaron después de haber terminado las clases.

Señor, perdono mis amistades que me han falseado, hemos perdido cercanía y nos hemos distanciado, que no me ayudaron cuando los necesité, no me apoyan en las cosas que planeo en mi futuro, les di dinero y jamás me devolvieron, hablaron a mis espaldas y me han criticado.

Señor Jesús, quiero especialmente pedirte la dicha de perdonar a la persona que más daño me ha hecho en mi vida. Pido perdonar a mi peor enemigo, aquella persona que me cuesta mucho trabajo perdonar, o aquella que dije que jamás perdonaría.


Gracias mi Señor Jesús, porque sé que tú me estás desatando de mal que no me permite perdonar y perdón también a todas las personas que me han ofendido.

Te agradezco Señor, por el cariño que llega entre mí a ellos.

Amén.


EVANGELIO DEL DOMINGO 25 DE FEBRERO - Lecturas del Domingo 2º de Cuaresma - Ciclo B

Domingo, 25 de febrero de 2024 Primera lectura Lectura del libro del Génesis (22,1-2.9-13.15-18): En aquellos días, Dios puso a prueba...