Domingo, 17 de noviembre de 2019
Primera lectura
Lectura de la profecía de Malaquias (3,19-20a):
HE aquí que llega el día, ardiente como un horno, en el
que todos los orgullosos y malhechores serán como paja; los consumirá el día
que está llegando, dice el Señor del universo, y no les dejará ni copa ni raíz.
Pero a vosotros, los que teméis mi nombre, os iluminará
un sol de justicia y hallaréis salud a su sombra.
Palabra de Dios
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Salmo
Sal 97,5-6.7-9a.9bc
R/. El Señor llega para regir los pueblos con rectitud.
V/. Tañed la cítara para el Señor,
suenen los instrumentos:
con clarines y al son de trompetas,
aclamad al Rey y Señor. R/.
V/. Retumbe el mar y cuanto contiene,
la tierra y cuantos la habitan;
aplaudan los ríos,
aclamen los montes. R/.
V/. Al Señor, que llega
para regir la tierra.
Regirá el orbe con justicia
y los pueblos con rectitud. R/.
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Segunda lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los
Tesalonicenses (3,7-12):
Hermanos:
Ya sabéis vosotros cómo tenéis que imitar nuestro
ejemplo: No vivimos entre vosotros sin trabajar, no comimos de balde el pan de
nadie, sino que con cansancio y fatiga, día y noche, trabajamos a fin de no ser
una carga para ninguno de vosotros.
No porque no tuviéramos derecho, sino para daros en
nosotros un modelo que imitar.
Además, cuando estábamos entre vosotros, os mandábamos
que si alguno no quiere trabajar, que no coma.
Porque nos hemos enterado de que algunos viven
desordenadamente, sin trabajar, antes bien metiéndose en todo.
A esos les mandamos y exhortamos, por el Señor
Jesucristo, que trabajen con sosiego para comer su propio pan.
Palabra de Dios
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Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Lucas (21,5-19):
En aquel tiempo, como algunos hablaban del templo, de lo
bellamente adornado que estaba con piedra de calidad y exvotos, Jesús les dijo:
«Esto que contempláis, llegarán días en que no quedará
piedra sobre piedra que no sea destruida».
Ellos le preguntaron:
«Maestro, ¿cuándo va a ser eso?, ¿y cuál será la señal de
que todo eso está para suceder?».
Él dijo:
«Mirad que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi
nombre diciendo: “Yo soy”, o bien: “Está llegando el tiempo”; no vayáis tras
ellos.
Cuando oigáis noticias de guerras y de revoluciones, no
tengáis pánico.
Porque es necesario que eso ocurra primero, pero el fin
no será enseguida».
Entonces les decía:
«Se alzará pueblo contra pueblo y reino contra reino,
habrá grandes terremotos, y en diversos países, hambres y pestes.
Habrá también fenómenos espantosos y grandes signos en el
cielo.
Pero antes de todo eso os echarán mano, os perseguirán,
entregándoos a las sinagogas y a las cárceles, y haciéndoos comparecer ante
reyes y gobernadores, por causa de mi nombre. Esto os servirá de ocasión para
dar testimonio.
Por ello, meteos bien en la cabeza que no tenéis que
preparar vuestra defensa, porque yo os daré palabras y sabiduría a las que no
podrá hacer frente ni contradecir ningún adversario vuestro.
Y hasta vuestros padres, y parientes, y hermanos, y
amigos os entregarán, y matarán a algunos de vosotros, y todos os odiarán a
causa de mi nombre.
Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá; con
vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas».
Palabra del Señor
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