Hoy tomados de nuestras manos, en unión familiar y espiritual, nos acercamos a ti ¡oh, amado Padre!, para agradecer y recibir tus grandes e infinitas bendiciones.
En este momento de la noche cuando ya nos vamos a descansar y sin dejar a un lado nuestro fervor, nueva fe y nuestras fuerzas.
Te presentamos la llave de nuestro corazón para que lo cuides, y nos orientes en tu gran sabiduría, con tu gran misericordia.
Te imploramos que nos libres del enemigo, que no nos desanimemos en las tormentas, a pesar de lo fuerte y peligrosa que sean.
Que tengamos una voluntad inquebrantable para seguir adelante a pesar de las adversidades, que cumplamos con el propósito de amarte sin medida y andar sin renegar ofreciendo nuestros sufrimientos para librarnos del pecado y continuar a tu Reino.
Cúbrenos con tu manto santo, que tus sandalias se ciñan a nuestros pies y que por más dura que sea la jornada sepamos agradecerte cada noche en cada descanso.
Conserva nuestra familia unida, que juntos superemos las dificultades, y que seas tú para todos nosotros nuestro más sagrado gozo y guía.
Amén
Con esta oración le pedimos a Dios por nuestra familia y a María pedimos su intersección rezando una Ave María, a una sola voz todos en familia unida.
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