Amado Dios, hoy te doy gracias porque tú eres mi roca firme
y mi fortaleza y todo lo puedo en ti que eres mi Dios y Señor, tú eres mi
fuente inagotable de poder, me amas, me sostienes, me cuidas y me proteges.
Señor tú eres mi gozo y en ti confía mi alma, mi espíritu en ti reposa y se
apacienta.
En cualquier situación por difícil que sea, tú eres mi
fortaleza y te doy gracias porque me permites vivir humildemente en la
abundancia o en la pobreza, en la salud o en la enfermedad, en la tristeza o en
la alegría, porque siento tu amor y tu guía, así que te doy gracias porque eres
mi roca y mi motor, mi impulso para continuar adelante, para levantarme y no
desfallecer.
Y por eso se alegra mi corazón, porque todo lo puedo en
Cristo Jesús que me fortalece. Mi amado Jesús, gracias te doy porque me das la
sabiduría para sobrellevar cualquier situación difícil que se presente,
cualquier problema por grande que sea, cualquier dificultad, tú mi Dios me
permites resolverla y vas delante de mí, abriendo puertas, presentándome
oportunidades, brindándome los medios, rodeándome de personas estupendas y
fortaleciendo mis talentos.
Señor tú eres tan misericordioso, omnipotente y lleno de
vida, y por eso te doy gracias, por sanar mi espíritu abatido tantas veces por
los problemas o dificultades que me aquejan y de las cuales en ocasiones me he
dejado vencer, pero tú Señor me rescatas de la muerte cuando he caído en pecado
y nunca te olvidas de mí ni aún en los peores momentos en los que te he dejado
de lado, así que te doy gracias por escuchar siempre mis súplicas y por
aconsejarme sabiamente.
Te ruego mi hermoso Señor Jesús que sigas acompañándome cada
día, que no te alejes de mí ni un solo instante, que sigas acrecentando en mí
la confianza y la fe que tengo en tu amor, y que nunca se apague mi llama de
amor por ti, quiero tenerte en mi corazón, quiero tenerte en mi vida iluminando
y bendiciendo cada paso que doy. Quiero que estés presente en las decisiones
que tomo, quiero que ilumines mis pensamientos y mis palabras, te amo señor
Jesús, te necesito y deseo tenerte en mi vida cada mañana, cada tarde y cada
noche.
Amado Señor, hoy traigo esta enorme preocupación que me
quita la tranquilidad y la paz, por eso necesito urgente de tu bendita ayuda.
Así sea