Padre nuestro, con confianza te pedimos que el Covid-19 no
haga más daño y que pueda controlarse pronto esta epidemia y que devuelvas
pronto la salud a los afectados y la paz a los lugares a donde ha llegado.
Acoge a las personas que han fallecido por esta enfermedad,
conforta sus familias. Sostén y protege al personal sanitario que la combate e
inspira y bendice a los que trabajan para controlarla.
Ilumina a todos los científicos que están buscando un
remedio.
Dales la victoria a todos los responsables civiles que están
intentando limitar el contagio, y dale la paz a todos los que tienen miedo y
están preocupados, especialmente los ancianos y las personas en situación de
riesgo.
Señor Jesús, médico de nuestras almas y de nuestros cuerpos,
nos sentimos desvalidos en esta situación de emergencia sanitaria
internacional, pero confiamos en ti, danos tu paz y la salud”.
Que tu Preciosa Sangre sea nuestra defensa y salvación.
Por tu gracia, transforma el mal de la enfermedad en
estos momentos de consolación, crecimiento en la fe y esperanza.
Que temamos el contagio del pecado más que cualquier otra
enfermedad.
“Madre María de Guadalupe, protégenos y sigue cuidándonos y
conduciéndonos con tu amor a tu hijo Jesús”
Amén
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