Yo te saludo, Señor, estrella más brillante que el sol.
Toda la tierra te venera, acepta mi homenaje y acude en mi ayuda.
Protégeme y lanza tu mirada de bondad sobre aquellos que
están sufriendo y que luchan contra las dificultades, cobija a los que tienen
frío, fortalece a los que están débiles, enséñanos el camino de luz para los que tal vez andamos
en oscuridad, manifiéstate en las cosas más sencillas y en las acciones llenas
de amor.
Nunca nos dejes Señor y no nos sueltes para que no nos
perdamos nunca y que tus Ángeles Guardianes sean custodios todos los días de
nuestra vida.
Que nunca se nos acerquen personas negativas, aléjalas y
desaparece la envidia y la maldad en ellos, dale palabras de vida para que
busquen tu perdón y se conviertan.
Ten misericordia de nosotros los pecadores y muéstranos
el camino correcto para seguir avanzando cada día, que en cada pasa que demos
sea de avanza en la vida y no de retroceso.
Cuídanos siempre Señor y te pedimos con todo fe que
cuides de nuestros seres queridos.
Ten piedad de la soledad de mi corazón, de la debilidad
de mi fe.
Ten piedad de todos los que lloran, de los que rezan, de
los que tiemblan.
Dales a todos la esperanza y la paz.
¡Así sea!
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