Como cada año los miércoles de ceniza se caracteriza por ser
el inicio de la cuaresma, es decir 40 días de penitencia y sobre todo reflexión
que debe hacer la humanidad de cómo estamos viviendo la vida, de qué forma
actuamos y hablamos con la familia, con los amigos, con los hijos, con la
pareja, con los vecinos y con las personas que más necesitan.
Lejos de ser días de ayunos tienen que ser verdaderos
cambios en nuestro interior, no solo por 40 días, sino todos los días de
nuestra existencia, solo 40 días es el inicio de una transformación interior.
Es lógico que nadie te obliga a realizar cambios que no
quieres, pero en definida, tu mente pide una renovación, tu conciencia pide un
respiro, y tu corazón un alivio; es allí donde radica le conversión.
Las parroquias seguramente se abarrotaron de muchas personas
para que les colocaran la ceniza, un acto que no es malo, sin embargo qué
sentido tiene si solo somos buenos seres humanos en el instante que tienes esa
ceniza en la frente, no debemos olvidar que la ceniza solo es un símbolo para que recordemos que de polvo iniciamos, y
en polvo y nada nos convertiremos, un símbolo para no olvidar que todos somos
iguales antes los ojos de DIOS, nadie es más y nadie es menos.
Es necesario estar conscientes que el imponerse la ceniza no quiere decir que ya eres agradable a los ojos de DIOS, si lo vemos desde la perspectiva de la sabiduría es un sello que te recuerda que tienes que empezar una vida realmente reformada, una vida que tenga sentido para uno mismo y así poder estar bien con los demás.
Es necesario estar conscientes que el imponerse la ceniza no quiere decir que ya eres agradable a los ojos de DIOS, si lo vemos desde la perspectiva de la sabiduría es un sello que te recuerda que tienes que empezar una vida realmente reformada, una vida que tenga sentido para uno mismo y así poder estar bien con los demás.
Para ser agradable a los ojos de DIOS es seguir
adecuadamente lo que nos enseña en las sagradas escrituras, nada de lo que ahí
se enseña es para dañarte, absolutamente todo es una guía para ser más
sensatos, disciplinados, prudentes, respetuosos, fieles, leales, amorosos,
generoso, misericordiosos, nobles, y más cuidadosos.
Ser agradable a los ojos de DIOS no es tarea difícil pero
los seres humanos nos complicamos demasiado, tan solo necesitamos actuar con un
corazón humilde y sencillo.
Perdonar y pedir perdón es un acto de humildad en ambos
lados y desde ahí tiene sentido la vida, y se encuentra la sabiduría de DIOS.
Arturo Hdez. L
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