Señor, Dueño del tiempo y de la historia, como Tú yo quiero
ser fuego que purifica, luz que ilumina en medio de las tinieblas, palabra que
consuela en medio del sufrimiento.
Tú eres un Dios glorioso, lleno de vida y de esperanzas.
Viniste al mundo para donarte y realizar un sacrificio perfecto de amor
universal y romper así todas nuestras ataduras.
Rey mío, Dios mío, Tú nos has salvado con tu sangre y
preferiste la muerte en la cruz antes que renunciar al amor. Bendito y alabado
seas por tu poder derramado sobre toda la humanidad.
Cargaste una pesada cruz en donde fueron depositados
insultos y humillaciones, una cruz transformada en victoria que me dio vida en
abundancia, haciéndome capaz de enfrentar todos mis miedos y dolores.
Tu cruz es el triunfo del amor sobre el mal, del gozo sobre
el dolor, de la verdad sobre la injusticia, de la luz sobre la oscuridad. Te
doy gracias por esta acción poderosa y salvadora en mi vida.
Con tu gracia y tu bendición, sé que también puedo llevar
con alegría el peso de mi cruz, porque siento que tu amor me sostiene, me
fortalece y me conduce por caminos de esperanzas.
Confío en este gran misterio de amor y por eso no dejo de
creer en Ti y en todo lo bueno que me ofreces para lograr mis sueños.
En tu cruz consigo las fuerzas para renovar mi corazón y
vivir con actitud optimista creyendo que todo lo puedo en tu amor.
Amén
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