Jesús, estoy agradecido contigo porque a pesar de mis
fallas y errores tú eres fiel y no cambias porque permaneces para siempre.
Te agradezco que tu amor por mí tampoco cambia y por esta
razón te doy toda la gloria la honra y el honor.
Tú enseñaste tú discípulos a orar al Padre por fortaleza
para no ser puestos en tentación.
Este mundo está saturado con tentaciones y a veces para
nuestra carne es difícil hacer un pacto con nuestros ojos tal y como tú siervo
Job lo hizo, para no permitir que a través de lo que miramos seamos debilitados
y pequemos contra ti.
Tú sabes que en mis fuerzas humanas he luchado para que
la basura de este mundo no entre a través de mis ojos hasta mi corazón y mi
mente, pero te he fallado y vengo clamar por tu perdón y ayuda.
Veo en tu palabra como el rey David fue perdonado después
de ser consumido por la mentira, el asesinato, la lujuria y el adulterio, pero
cuando tú le redargüiste por su pecado él se postró de rodillas y clamó a ti
arrepentido rogándote por un corazón limpio de toda maldad.
Es ese corazón limpio el cual yo quiero y anhelo tener
por eso te pido que me guardés de toda tentación sexual y me des la fortaleza
para huir de ella, cuando esta se presente.
Tu palabra dice nos acerquemos a ti y que tú te acercaras
a nosotros. Yo me acerco a ti y en todo momento resisto y resistiré al diablo
para que él y sus tentaciones huyan de mí.
Me entrego a ti Señor con toda mi alma y todo mi corazón
y me arrodillo bajo la cobertura de tu preciosa sangre, me refugio bajo tus
alas y tu protección en estos tiempos de debilidad.
Yo quiero morar en tu lugar secreto Señor, porque sé que
este lugar es en el cual la tentación y el mal no tienen influencia ni
autoridad sobre mi vida. Es este lugar en el cual yo deseo estar Señor para
poder caminar en pureza y en libertad todos los días de mi vida.
Derrama sobre mí tu Santo Espíritu. Hazme portador de
dominio propio y templanza para someter mi carne y para que mi cuerpo no sea
usado para ningún tipo de pecado o desviación sexual.
Yo sé que por tu palabra y por tu poder, en mi debilidad seré hecho fuerte y que tu gracia será siempre suficiente para guardarme cuando me sienta caer y no pueda mi carne controlar.
Yo sé que por tu palabra y por tu poder, en mi debilidad seré hecho fuerte y que tu gracia será siempre suficiente para guardarme cuando me sienta caer y no pueda mi carne controlar.
Tú eres un Dios santo y requieres que caminemos en pureza
y santidad.
Reconozco que fuera de tu gracia yo no podría vivir, así
que vengo ante ti y me sujeto a tus caminos y a tu voluntad, tomando la
decisión consciente de huir de toda inmoralidad y de cualquier pecado que
busque atraparme en sus mentiras. Yo no quiero atraer sobre mí mismo
destrucción y vergüenza.
Perdóname, ayúdame, líbrame, fortaléceme, levántame.
Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria.
Amén.
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